El ser humano es el único mamífero que necesita de protección y cuidado para sobrevivir desde que nace. Pues no es capaz de tener una vida independiente como lo haría un ternero. Sin embargo, viene programado para conquistar su autonomía y felicidad si nada se lo impide.

Tu hijo, al igual que otros seres vivos, tiene la tendencia natural de lograr un desarrollo pleno, a sentirse bien consigo mismo y a encontrarle sentido a su existencia.

Para ello necesita unas condiciones mínimas como una planta requiere tierra firme, agua, luz solar y espacio: el cerebro necesita sentirse seguro y con sus necesidades básicas satisfechas y unos padres o cuidadores que lo nutran de afecto, protección, confianza, libertad.

Por lo tanto, como Álvaro Bilbao en su libro El cerebro del niño explicado a los padres, lo dice, la única labor de los padres para que sus hijos se desarrollen es confiar.

¿Pero, qué pasa si alguno de los pilares necesarios para el desarrollo de tu hijo falla?.

Durante los seis primeros años de vida el cerebro infantil tiene un potencial que no volverá a. tener y si algún factor externo lo afecto es probable que empiecen a aparecer las complicaciones con el lenguaje, la concentración, disciplina, memoria, inteligencia emocional, el autocontrol, la creatividad y lo mejor que podrás hacer es buscar la manera de ayudar a tus hijos a alcanzar un desarrollo pleno, y para ello nosotros te apoyaremos.